01/10/2025

Volumen 10 – Mayo 19, 1911

«Hija mía, tú eres mi contento, así me agrada, que el alma se olvide de sí misma, de sus miserias, que se ocupe sólo de Mí, de mis aflicciones, de mis amarguras, de mi amor, y que con toda confianza se esté junto a Mí. Esta confianza me rapta el corazón y me inunda de mucha alegría, porque como el alma se olvida de sí por Mí, así Yo olvido todo por ella y la hago una sola cosa para Mí, y llego no sólo a darle, sino a hacerle tomar lo que quiere. Al contrario, el alma que no olvida todo por Mí, aun sus miserias y se quiere estar en torno a Mí con todo respeto, con temor y sin la confianza que me rapta el corazón, y como si quisiera estar con temerosa compostura Conmigo y toda reservada, a esta tal nada le doy y nada puede tomar, porque falta la llave de la confianza, de la soltura, de la simplicidad, cosas todas necesarias, para Mí para dar, y para ella para tomar; por lo tanto, con las miserias viene y con las miserias queda».

FIAT