28/09/2025

Evangelio del domingo Lc. 16, 19-31 – Volumen 22 – Julio 26, 1927
Mi siempre amable Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
“Hija mía, la voluntad humana vuelve al hombre como un edificio lesionado y por derrumbarse, y el hombre por sí solo no tenía virtud de poder reparar, se necesitaba al Divino Artífice que con tanto amor lo había fabricado, y que conociendo los secretos de su arte podía reparar y hacer correr en las lesiones el líquido vital de su Fuerza Divina reparadora, para hacerla de nuevo fuerte como lo había fabricado. Pero es necesario que el hombre se aproxime al Divino Reparador para recibir el beneficio de su arte, se haga manejar por Él y que al querer humano, causa primaria por la que se ha vuelto un edificio a punto de derrumbarse, no le permita más obrar, de otra manera con todo y la venida del Celestial Artífice, el hombre será siempre edificio lesionado y a punto de derrumbarse”.
FIAT