17/02/2025

Volumen 6 – Diciembre 17, 1903

“Hija mía, no hizo otra cosa que un acto de adoración profundísimo y simplísimo, y como el acto por cuanto más simple, tanto más fácil para unirse con Dios, Espíritu simplísimo, por eso en este acto se fundió en Mí y continuó lo que obraba Yo mismo en mi interior; y esto me fue sumamente más grato que si me hubiese hecho cualquier otra cosa más grande, porque el verdadero espíritu de adoración consiste en esto, que la criatura se pierda a sí misma y se encuentre en el ambiente divino, y adore todo lo que obra Dios, y con Él se una”.

FIAT