En la siguiente catequesis conoceremos cuatro aspectos importantes de la vida de María que ella misma, como maestra y madre, nos enseña en el libro de la Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad.
- Primero. El Reino de luz en los actos.
- Segundo. Los designios divinos de Dios.
- Tercero. Pronunciar el Fiat.
- Cuarto. Ser madres de Jesús.
María desde los tres años estuvo viviendo en el templo, ella pensaba que se quedaría allí toda su vida. De pronto, le llega la noticia de que no es así, tiene que casarse. La vida en el templo era toda su vida, y allí en sus actos cotidianos iba formando el Reino Divino llenando los vacíos de amor a Dios.
Lo mismo pasa con nosotros, cada uno tiene su vida, algunos tendrán grandes e importantes trabajos o hermosos ministerios, y otros llevarán una vida más sencilla, pero no importa, veremos como María desde la sencillez, la humildad, haciendo los actos más simples formó este Reino de Luz Divina.
Ella misma pensaba que estaría allí toda su vida hasta que llega la noticia de que tiene que casarse. Por eso, aprenderemos de la mano de la Mamá santa a no arruinar los designios que Dios tiene para nuestra vida, tal como hizo ella, que acostumbrada a su vida en el templo tuvo que irse.
Y estos designios pueden ser misterios, pero la Vida Divina consiste en dejar obrar libremente a la Voluntad de Dios en ti, aprendiendo a decir Fiat en todo, en las cosas agradables que te puedan pasar, y también en las cosas desagradables. A veces no es tan sencillo decir Fiat, o quizás si lo dices puede ser de la boca para fuera, pero ahí esta María, la más pura y santa madre, que nos enseñará cómo hacerlo, para darnos el regalo más grande: su hijo Jesús.
FIAT.