Con la muerte de Jesús se inició la conquista de las criaturas, comenzó su gloria para todos aquellos que le aman.
La Resurrección es símbolo de en cuanto la criatura hace morir su voluntad humana con la unión de la Voluntad Divina, comienzan las conquistas en el orden divino, la gloria, la alegría, incluso en medio a los mas grandes dolores.
Este acto de la Resurrección donde Jesús venció a la muerte, daba el triunfo sobre la voluntad humana debilitada y casi extinta en el verdadero bien, de hacer triunfar sobre ella la Vida del Querer Divino que debía llevar a las criaturas a la plenitud de la santidad y de todos los bienes divinos.
María nos enseña esto en la Reina del Cielo, y nos explica el día 29, qué significa exactamente hacer la Voluntad Divina y vivir de Ella.
Dice María, «Escúchame hija mía, te quiero hablar como Mamá que ama mucho a su hija. Quiero decirte qué significa hacer la Voluntad Divina y vivir de Ella y el ejemplo te lo damos mi Hijo y Yo.
Nuestra vida estuvo rociada de penas, de pobreza, de humillaciones, hasta ver morir de penas a mi amado Hijo, pero en todo esto corría la Voluntad Divina.
Ella era la vida de nuestras penas, y Nosotros nos sentíamos triunfantes y conquistadores, de cambiar la misma muerte en vida. Tan es así, que, al ver el gran bien, voluntariamente nos ofrecíamos a sufrir, porque estando en Nosotros la Divina Voluntad ninguno se podía imponer sobre Ella ni sobre Nosotros. El sufrir estaba en nuestro poder y lo llamábamos como alimento y triunfo de la Redención, para poder llevar el bien a todo el mundo entero.
Ahora, si tu vida, tus penas, tuvieran por centro de vida la Divina Voluntad, está cierta que el dulce Jesús se servirá de ti y de tus penas para dar ayuda, luz, gracia a todo el universo. Por eso ánimo, la Divina Voluntad sabe hacer cosas grandes donde Ella reina, y en todas las circunstancias mírate en Mí y en tu dulce Jesús y camina adelante».
La enseñanza divina de hoy es unir tu vida a la Resurrección de Jesús, viviendo tus penas con la mirada siempre en María y en Jesús.
FIAT.