02/11/2025

Lectura de los giros de Luisa Décima Octava Hora – El alma sigue a Jesús en varios episodios más de su vida publica.
“Mi compasivo Jesús, Marta y María, llorosas vienen a tu encuentro para decirte que su hermano está muerto, y Tú te enterneces de tal manera, que lloras con ellas y pides que te lleven al sepulcro de Lázaro. Llegando ahí, ordenas que se abra la tumba. Tú te estremeces, tiemblas, lloras, después, con voz imperante y entrecortada por la fuerza del dolor dices: «¡Lázaro, sal fuera!» Y de esta manera lo resucitas. Amor mío, ¿por qué lloras y sufres tan agudo dolor? Porque Lázaro muerto representaba a toda la humanidad enraizada en el mal y vuelta un cadáver putrefacto por la voluntad humana. Oh, sí, vida de mi corazón, deja que también yo llore Contigo y que invista cada una de tus palabras con mi “te amo” y con mi “te adoro” para inducirte a repetir a cada alma lo que dijiste a Lázaro: “¡Sal fuera del sepulcro de tu voluntad humana y entra de nuevo en la Vida de mi Voluntad Divina!”
FIAT