09/02/2025

Remar mar adentro – Lc. 5, 1-11
Jesús nos invita a ser pescadores hombres.
El Señor siempre elige a los más humildes e ignorantes para llevar a cabo la misión que Él desea encomendarles.
Lectura de Libro de Cielo, Volumen 28 – Julio 9, 1930
“En mi venida sobre la tierra, los sabios, los doctos, las personas de dignidad no quisieron escucharme, es más, tenían vergüenza de acercárseme, su doctrina les hacía creer que Yo no podía ser el Mesías prometido, de modo que llegaron a odiarme y Yo los hice a un lado y escogí humildes, simples y pobres pescadores, los cuales me creyeron y me serví admirablemente de ellos para formar mi Iglesia y propagar el gran bien de la Redención.
Así haré de mi Divina Voluntad, por eso hija mía, no te abatas al oír tantas dificultades que ponen, y no nos separemos en nada de lo que pasa entre tú y Yo, y sigue haciendo lo que te he enseñado que hagas en mi Divina Voluntad. Yo nada dejé de hacer de lo que debí hacer para la Redención, a pesar de que no todos me creyeron, todo el mal quedó para ellos, a Mí me convenía hacer mi curso que había establecido hacer por amor de las criaturas.
Así harás tú, sigue tu abandono en mi Divina Voluntad y tus actos en Ella, y Yo no te dejaré, estaré siempre junto contigo”.
FIAT