17/05/2025

Día 17: Las puertas del Cielo se abren, el Sol del Verbo Eterno se pone a la espía. Envía a su ángel para avisar a la Virgen que la hora de Dios ha llegado.
“Ahora hija de mi corazón préstame atención y escúchame, unos cuantos días antes del descenso del Verbo sobre la tierra, Yo veía el Cielo abierto y el
Sol del Verbo Divino a sus puertas, como para mirar sobre de quién debía
emprender su vuelo, para volverse celestial Prisionero de una criatura. ¡Oh!
cómo era bello verlo a las puertas del Cielo, como vigilando y espiando a la
afortunada criatura que debía albergar a su Creador; y a la Trinidad Sacrosanta observando la tierra no más extraña a Ella, porque estaba la pequeña María que poseyendo la Divina Voluntad había formado el reino divino donde podía descender seguro, como en su propia habitación, en la que encontraba el Cielo y los tantos soles de tantos actos de Voluntad Divina hechos en mi alma. La Divinidad regurgitó de amor y se quitó el manto de justicia que desde tantos siglos había tenido con las criaturas, y se cubrió con el manto de misericordia infinita, y decretaron entre Ellos el descendimiento del Verbo, y están en acto de hacer sonar la hora del cumplimiento. A este sonido Cielo y tierra quedan estupefactos y se pusieron atentos para ser espectadores de un exceso de amor tan grande y de un prodigio tan inaudito.”
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme vendrás a dar el primer beso a Jesús y le dirás por nueve veces que quieres hacer su Voluntad, y Yo repetiré el prodigio de hacer concebir a Jesús en tu alma.