18/08/2025

Volumen 6 – Abril 11, 1904

“Tú que tanto me querías contigo, ¿qué cosa quieres, qué te importa más?” Y yo: “Señor, nada quiero, lo que más me importa eres sólo Tú”.
Y Él ha repetido: “Cómo, ¿no quieres nada? Pídeme cualquier cosa, la santidad, mi gracia, las virtudes, que Yo todo te puedo dar”. Y yo de nuevo he dicho: “Nada, nada, te quiero sólo a Ti y lo que quieres Tú”. Y de nuevo ha agregado: “¿Entonces no quieres nada más? ¿Yo solo te basto? ¿Tus deseos no tienen otra vida en ti que Yo sólo? Entonces toda tu confianza debe estar sólo en Mí, y a pesar de que no quieres nada obtendrás todo”. Y sin darme más tiempo, como relámpago ha desaparecido. Entonces yo he quedado muy disgustada, especialmente porque por cuanto más lo llamaba, no regresaba, y pensaba entre mí: “Yo no quiero nada, no pienso, no me ocupo sino solamente de Él, y Él parece que no se interesa de mí, no sé como su buen corazón puede llegar a tanto”.

FIAT