
Volumen 10 – Julio 2, 1911
Donde hay amor hay vida, sin el amor todo está muerto.
Continuando mi habitual estado, en cuanto ha venido el bendito Jesús me ha dicho:
“Hija mía, donde hay amor hay vida, y no vida humana sino vida divina; así que todas las obras, aun buenas y no hechas por amor, son como un fuego pintado que no da calor, o como agua pintada que no quita la sed y no purifica. ¡Oh! cuántas obras pintadas, o bien muertas van siendo hechas por las personas, aún por aquellas consagradas a Mí, porque sólo el amor es el que contiene la vida, ninguna otra cosa contiene tanta potencia de dar vida a todo, es más, sin el amor todo está muerto”.
+++++
Ya acabamos el mes de junio dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, pero no vivamos con una mirada humana nuestra fe donde los meses se van sucediendo celebración tras celebración como un recordatorio de todo aquello que tenemos que tener presente como practicantes. No. Tenemos que hacer Vida nuestra fe, que nos lleva a la esperanza de sumergir nuestra vida en un acto continuo de amor a nuestro Creador. Vivamos de las virtudes teologales para ser contemplativos en medio del mundo tomando todo el amor de Jesús para darle amor, y no ser, ni obrar como pinturas vacías. Amor con amor se paga, el Tú por Tú de Cristo obrando en nosotros.
FIAT