14/07/2025

Volumen 6 – Marzo 5, 1904

“Hija mía, los sufrimientos, las cruces, son como tantos citatorios que Yo envío a las almas, si el alma acepta estos citatorios, ya sea que anuncien al alma que debe pagar alguna deuda, o que sean un aviso para que haga alguna adquisición para la vida eterna, si el alma me responde con la resignación a mi Voluntad, con el agradecimiento, con la adoración a mis santas disposiciones, inmediatamente nos ponemos de acuerdo, y el alma evitará muchos inconvenientes, como ser citada nuevamente, poner abogados, hacer juicio y sufrir la condena del juez. Con sólo responder a la cita con la resignación y con el agradecimiento suplirá a todo esto, porque la cruz le será citatorio, abogado y juez, sin necesitar otra cosa para tomar posesión del reino eterno. Pero si no acepta estos citatorios, piénsalo tú misma, en cuántos abismos de desgracias, de problemas se mete el alma, y cuál será el rigor del juez al condenarla por no haber aceptado a la cruz por juez, la cual es mucho más moderada, más compasiva, más inclinada a enriquecerla en vez de juzgarla, más atenta a embellecerla que a condenarla”.

FIAT