29/11/2025

Volumen 11 – Agosto 20, 1913
«Hija mía, a quien en verdad hace mi Voluntad le sucede como al árbol injertado, que la fuerza del injerto tiene virtud de hacer destruir la vida del árbol que recibe el injerto, así que no más los frutos, las hojas del primer árbol se ven, sino los del injerto, y si el primer árbol dijera al injerto, «quiero retener para mí al menos una pequeña ramita para poder dar también yo algún fruto para poder hacer conocer a todos que yo existo aún «, el injerto le respondería: «Tú no tienes ya razón de existir, después de que te has sometido a recibir mi injerto la vida será toda mía».
FIAT














