Volumen 16 – Abril 28, 1926 “Hija mía, tú te equivocas, no fue uno el máximo sacrificio de mi Mamá, sino fueron tales y tantos, por cuántos dolores, penas, circunstancias y encuentros fue expuesta su existencia y la mía; las penas en Ella siempre eran duplicadas, porque mis penas eran más que penas suyas, y además mi Sabiduría no cambió nunca dirección con mi Mamá, en cada pena que debía tocarle Yo le preguntaba siempre si quería aceptarlas, para oírme repetir por Ella aquel Fiat en cada pena, en cada circunstancia y aún en cada latido”.
“Hija mía, mi Madre salió el día de mi Pasión sólo para poder encontrar y aliviar a su Hijo. Así el alma verdaderamente amante, en todo su obrar, su intención es únicamente la de encontrar a su querido amado y aliviarlo del peso de la cruz, y como la vida humana es una continua actitud de acciones, sea internas o externas, el alma no hace otra cosa que continuos encuentros con su amado; ¿y solamente lo encontrará? No, no, lo saludará, lo abrazará, lo besará, lo consuela, lo ama, y aunque sea con una sola palabrita que le diga de prisa, Él quedará satisfecho y contento”.
Volumen 23 – Diciembre 8, 1927 “Hija mía, lo humano no sabe hacer jamás cosas grandes, ni dar cosas grandes, así que la Reina Celestial habría quedado la pequeña luz si Ella no hubiese puesto como a un lado su querer, que era la pequeña luz, y no haciéndose investir por mi Querer Divino, en el cual perdió su pequeña luz, el cual no es pequeña luz sino Sol interminable que invistiéndola toda formó mares de luz en torno a Ella, de gracia, de santidad, la embelleció tanto de volverla toda bella, con todas las tintas de las bellezas divinas, para hacer enamorar a Aquél que la había creado”.
Dia 31: La Reina del Cielo en el reino de la Divina Voluntad. Paso de la tierra al Cielo. Entrada feliz. Cielo y tierra festejan a la nueva recién llegada.
Escucha Mamá queridísima, para hacer más solemne la consagración de mi voluntad a ti, llamo a la Trinidad Sacrosanta, a todos los ángeles, a todos los santos, y ante todos protesto, y con juramento, el hacer solemne consagración de mi voluntad a mi Mamá celestial. Y ahora Soberana Reina, para concluir te pido tu santa bendición para mí y para todos, tu bendición sea celestial rocío que descienda sobre los pecadores y los convierta, sobre los afligidos y los consuele, descienda sobre el mundo entero y lo cambie al bien, descienda sobre las almas del purgatorio y apague el fuego que las quema, tu bendición materna sea prenda de salvación a todas las almas.
Día 30: Jesús parte para el Cielo. Maestra de los apóstoles, sede y centro de la Iglesia naciente.
“Ahora hija querida, mi amado Hijo Jesús se quedó resucitado sobre la tierra cuarenta días. Rápidamente se aparecía a los apóstoles y discípulos para confirmarlos en la fe y certeza de su Resurrección, y cuando no estaba con los apóstoles se estaba junto con su Mamá en el cenáculo, circundado de las almas salidas del limbo. Pero en cuanto terminó el periodo de los cuarenta días, el amado Jesús enseñó a los apóstoles y dejando a su Mamá como guía y Maestra, nos prometió la venida del Espíritu Santo, y bendiciéndonos a todos partió emprendiendo el vuelo al Cielo junto con aquella gran turba de gente salida del limbo. Tu Mamá lo siguió al Cielo y asistió a la gran fiesta de la Ascensión, mucho más que para Mí no era extraña la Patria celestial, y además sin Mí no habría sido completa la fiesta de mi Hijo ascendido al Cielo.”
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme harás tres genuflexiones en el acto que mi Hijo ascendió al Cielo, y le rogarás que te haga ascender en la Divina Voluntad, y recitarás siete Gloria en honor del Espíritu Santo, rogándome que se renueven sus prodigios sobre toda la santa Iglesia.
Día 29: El limbo, expectación, victoria sobre la muerte. La Resurrección.
Quiero decirte qué significa hacer la Voluntad Divina y vivir de Ella y el ejemplo te lo damos mi Hijo y Yo. Nuestra vida estuvo rociada de penas, pero en todo corría la Voluntad Divina, nos sentíamos triunfantes de cambiar la misma muerte en vida. El sufrir estaba en nuestro poder y lo llamábamos como alimento y triunfo de la Redención. hija querida, si tu vida, tus penas tuvieran por centro de vida la Divina Voluntad, está cierta que el dulce Jesús se servirá de ti y de tus penas para dar ayuda, luz, gracia a todo el universo.
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme dirás siete veces: “No mi voluntad, sino la tuya se haga.” Ofreciéndome mis dolores para pedirme la gracia que tú hagas siempre la Divina Voluntad.
Día 28º:Suena la hora del dolor. La Pasión. Un Deicidio. Llanto de toda la naturaleza
Así que la Vida de mi Hijo está por terminar y por emprender el vuelo a su Patria celestial. ¡Ah hija querida! El Fiat Divino me lo dio, y Yo en el Fiat Divino le recibí, y ahora en el mismo Fiat hago la entrega. Se me desgarra el corazón, mares inmensos de dolores me inundan, siento que la vida se me va por el espasmo atroz, pero nada podía negar al Fiat Divino, por el contrario, me sentía dispuesta a sacrificarlo con mis mismas manos si Él lo hubiera querido. La fuerza del Querer Divino es omnipotente, y Yo sentía tal fortaleza en virtud del Él, que me habría contentado con morir antes que negar nada a la Divina Voluntad.
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme besarás las llagas de Jesús diciendo cinco actos de amor, rogándome que mis dolores sellen tu voluntad en la abertura de su sagrado costado.
Día 27: La hora del dolor se aproxima. Dolorosa separación. Jesús en su vida pública y apostólica.
«Ahora hija amadísima, si te quisiera decir lo que obró y sufrimos mi Hijo y Yo en estos tres años de su vida pública, me extendería demasiado. Lo que te recomiendo es que en todo lo que puedas hacer y sufrir, tu primer acto y el último sea el Fiat Divino. En el Fiat nos separamos con mi Hijo, y el Fiat me dio la fuerza de hacer el sacrificio. Así encontrarás la fuerza para todo, incluso en las penas que te cuestan la vida, si todo lo encierras en el eterno Fiat. Por eso dame tu palabra que te harás encontrar siempre en la Divina Voluntad. Así también tú sentirás la inseparabilidad de Mí y de nuestro sumo Bien Jesús.»
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme me darás todas tus penas por compañía de mi soledad, y en cada pena pondrás un “te amo” para Mí y para tu Jesús, para reparar por aquellos que no quieren escuchar las enseñanzas de Jesús.
Día 26º: Reina de las familias, Reina de los milagros. Vínculo nupcial entre el Fiat y la criatura. Las bodas de Caná.
«Mamá celestial, cuánto te debo agradecer por el gran amor que me traes, y porque en todo lo que haces tienes siempre un pensamiento para mí y me preparas y me das tales gracias, que junto conmigo Cielos y tierra quedan conmovidos y raptados, y todos te decimos: “¡Gracias! ¡Gracias!.” ¡Ah! Mamá santa, graba en mi corazón tus santas palabras: “Haz lo que te dice mi Hijo.” A fin de que generes en mí la Vida de la Divina Voluntad, que tanto suspiro y quiero; y Tú séllame mi voluntad, a fin de que esté siempre sometida a la Divina».
FIAT
Florecita: En todas nuestras acciones seamos todo oídos para escuchar a nuestra Mamá celestial que nos dice: “Hagan lo que les dice mi Hijo.” A fin de que todo hagamos para cumplir la Divina Voluntad.
Día 25: Nazaret, símbolo y realidad del reino del Fiat Divino. Vida oculta. La depositaria. Fuente y canal perenne de los bienes de Jesús. Visita al templo. María, modelo de oración. Extravío de Jesús.
«En este misterio mi Hijo quiere darnos a Mí y a ti una enseñanza sublime. ¿Podrías acaso suponer que Él ignorase lo que Yo sufría? Todo lo contrario, porque mis lágrimas, mi búsqueda, mi crudo e intenso dolor se repercutían en su corazón, sin embargo, durante aquellas horas tan penosas, Él sacrificaba a su Divina Voluntad a su propia Mamá, a Aquella que Él amaba tanto, para demostrarme cómo también Yo, un día debía sacrificar su misma Vida al Querer Supremo.»
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme vendrás a hacer tres visitas a la casa de Nazaret para honrar a la Sagrada Familia, recitando tres Pater, Ave y Gloria, rogándonos que te admitamos a vivir en medio a Nosotros, y para compadecer el dolor intenso que sentí durante tres días en que permanecí privada de mi Jesús.
Día 24: El pequeño Rey Jesús es llevado por su Mamá y san José a tierra extranjera como pobres exiliados.
“Ahora hija querida, escucha cuánto, Yo y este querido niño te amamos, que a los primeros albores de la vida se va al exilio y a tierra extranjera para liberarte del exilio en el cual te ha puesto el querer humano, para llamarte a vivir, no en tierra extraña, sino en la patria que te fue dada por Dios cuando fuiste creada, esto es, en el reino del Fiat Supremo. Hija de mi corazón, ten piedad de las lágrimas de tu Mamá y de las lágrimas de este dulce y querido niño, porque llorando te rogamos no hacer jamás tu voluntad, sino que regresa, te rogamos, te suplicamos, al seno del Querer Divino que tanto te suspira.”
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme ofrecerás tus acciones unidas con las mías, en acto de gratitud al santo niño, rogándole que entre en el Egipto de tu corazón para cambiarlo todo en Voluntad de Dios.
23º Día:Una estrella nueva con su dulce centellear llama a los magos a adorar a Jesús. La epifanía.
Pero, oh ingratitud humana, entre tantos, solo tres personajes pusieron atención, y sin tener en cuenta los sacrificios se pusieron en camino para seguir la estrella. Y así como la estrella guiaba en el camino a sus personas, así mis oraciones, mi amor, mis suspiros, mis gracias, como tantas estrellas descendían en sus corazones, iluminaban sus mentes, guiaban su interior, de modo que sentían que sin conocerlo todavía, amaban a Aquel que buscaban, y aceleraban el paso para llegar y ver a Aquel que tanto amaban.
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme vendrás tres veces a besar al celestial pequeño y le darás el oro de tu voluntad, el incienso de tus adoraciones, la mirra de tus penas, y me pedirás que lo encierre en tu corazón.
Día 22: Deja Belén. El Fiat Divino la llama al heroísmo del sacrificio de ofrecer al niñito Jesús para la salvación del género humano. La purificación.
El celestial infante en un arrebato de amor fue concebido y descendió del Cielo a la tierra, naciendo sentía la necesidad de desahogar este amor, así que cada respiro, latido y movimiento, eran un desahogo de amor que hacía; cada lágrima, llanto y gemido eran desahogo de amor; también el sentirse aterido de frío, sus labios lívidos y temblorosos, eran todos desahogos de amor que hacía, y buscaba a su Mamá para poner en Mí este amor que no podía contener, y Yo estaba en poder de su amor, así que me sentía herir continuamente y sentía a mi querido pequeño palpitar, respirar, moverse en mi materno corazón, lo sentía llorar, gemir y sollozar, y quedaba inundada por las llamas de su amor, fui la primera morada de mi Hijo acá abajo. Transfundidos, lo que hacía Él hacía Yo.
Florecita: Hoy para honrarme vendrás a mis brazos para que te ofrezca junto con mi Hijo al celestial Padre, para obtener el reino de la Divina Voluntad.
Día 21º:Suena la primera hora de dolor. Heroísmo en el someter al infante Divino al duro corte de la circuncisión
Has de saber, hija mía bendita, que el corte de la circuncisión encerraba en sí profundos misterios. La sangre que brotó de la pequeña Humanidad de mi Hijo formó el sello de hermandad entre El y toda la familia humana y constituyó el primer pago que El quiso ofrecer a la Justicia Divina para rescatar a todas las generaciones. Mira, hija mía, qué ejemplo admirable de obediencia nos quiso dar el Celeste Niño. El, autor mismo de la ley, se sometió a ella para enseñarnos que la santidad consiste en dar vida a la Divina Voluntad en el cumplimiento de los propios deberes y en la observancia de la ley. ¡Santidad sin Voluntad Divina no existe! ¡Es la Divina Voluntad, por medio de los deberes, la que da el orden, la armonía y el sello a la santidad!
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme harás cinco actos de amor al nombre santísimo de Jesús, y me compadecerás en el dolor que sufrí en la circuncisión de mi Hijo Jesús.
Día 20: El pequeño Rey Jesús ha nacido. Los ángeles lo señalan y llaman a los pastores a adorarlo.
«Hija mía, la Divina Voluntad es exigente, quiere todo, incluso el sacrificio de las cosas más santas, y de acuerdo a las circunstancias, el gran sacrificio de privarse del mismo Jesús, pero esto para extender mayormente su reino y para multiplicar la Vida del mismo Jesús, porque cuando la criatura por amor suyo se priva de Él, es tal y tanto el heroísmo y el sacrificio, que tiene virtud de producir una Vida nueva de Jesús, para poder formar otra habitación a Jesús. Por eso querida hija, sé atenta y no niegues jamás nada a la Divina Voluntad bajo cualquier pretexto.»
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme vendrás tres veces a visitar al niñito Jesús, besándole sus pequeñas manitas, y le dirás cinco actos de amor para honrar sus lágrimas y para quitarle el llanto.
Día 19: Sol que surge. Pleno mediodía. El Verbo Eterno en medio a nosotros.
«Mamá santa, ¡oh! cómo eres afortunada, eres la verdadera bendita entre todas las mujeres. ¡Ah! te ruego por aquellas alegrías que probaste cuando estrechaste a Jesús a tu seno y le diste el primer beso, que por pocos instantes me cedas en mis brazos al pequeño Jesús, a fin de darle contento al decirle que juro amarlo siempre, siempre, y que no quiero conocer otra cosa que su Divina Voluntad».
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme vendrás a besar los piececitos al niñito Jesús, y le darás tu voluntad en sus manitas para hacerlo jugar y sonreír.
Día 18: Jesús en el seno de su Mamá. Visita a santa Isabel; santificación de Juan.
«Hija queridísima, la Divina Voluntad hace cosas grandes e inauditas dondequiera que Ella reina; si Yo obré tantos prodigios fue porque Ella tenía su puesto real en Mí. Si también tú dejas reinar al Divino Querer en tu alma, te convertirás también en la portadora de Jesús a las criaturas, sentirás también tú la irresistible necesidad de darlo a todos.»
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme agradecerás al Señor a nombre de todos porque se encarnó y se hizo prisionero en mi seno, dándome el gran honor de elegirme como Madre suya, y recitarás tres veces el Magnificat, en agradecimiento por la visita que Yo hice a santa Isabel.
Día 17: Las puertas del Cielo se abren, el Sol del Verbo Eterno se pone a la espía. Envía a su ángel para avisar a la Virgen que la hora de Dios ha llegado.
“Ahora hija de mi corazón préstame atención y escúchame, unos cuantos días antes del descenso del Verbo sobre la tierra, Yo veía el Cielo abierto y el Sol del Verbo Divino a sus puertas, como para mirar sobre de quién debía emprender su vuelo, para volverse celestial Prisionero de una criatura. ¡Oh! cómo era bello verlo a las puertas del Cielo, como vigilando y espiando a la afortunada criatura que debía albergar a su Creador; y a la Trinidad Sacrosanta observando la tierra no más extraña a Ella, porque estaba la pequeña María que poseyendo la Divina Voluntad había formado el reino divino donde podía descender seguro, como en su propia habitación, en la que encontraba el Cielo y los tantos soles de tantos actos de Voluntad Divina hechos en mi alma. La Divinidad regurgitó de amor y se quitó el manto de justicia que desde tantos siglos había tenido con las criaturas, y se cubrió con el manto de misericordia infinita, y decretaron entre Ellos el descendimiento del Verbo, y están en acto de hacer sonar la hora del cumplimiento. A este sonido Cielo y tierra quedan estupefactos y se pusieron atentos para ser espectadores de un exceso de amor tan grande y de un prodigio tan inaudito.”
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme vendrás a dar el primer beso a Jesús y le dirás por nueve veces que quieres hacer su Voluntad, y Yo repetiré el prodigio de hacer concebir a Jesús en tu alma.
16º Día: En la casa de Nazaret Cielo y tierra están por darse el beso de paz. La hora divina está cercana.
La luz que me invadía era tanta, que mi misma humanidad quedaba de tal manera embellecida e investida por este Sol del Querer Divino, que no hacía otra cosa que producir flores celestiales; Yo sentía que el Cielo se abajaba hasta Mí, y que la tierra de mi humanidad subía, y Cielo y tierra se abrazaban, se pacificaban para darse el beso de paz y de amor, y la tierra se disponía a producir el germen para formar al Justo, al Santo, y el Cielo se abría para hacer descender al Verbo en este germen.
FIAT
Florecita: hoy para honrarme me harás una visita en la casa de Nazaret y por homenaje me darás todos tus actos, a fin de que los una a los míos para convertirlos en Voluntad Divina.
Dia 15: Sale del templo. Esponsales con san José. Espejo divino al que llama a mirarse a todos aquellos que son llamados por Dios al estado conyugal.
Cual no fue mi sorpresa cuando me hicieron conocer que era Voluntad de ellos que saliera del templo, uniéndome con el vínculo de esponsalicio, según el uso externo de aquellos tiempos, con un hombre santo llamado José, y retirarme junto con él a vivir en la casa de Nazaret. Aparentemente parecía que Dios quería ponerme en prueba y en riesgo. Sin embargo, hija querida, Dios se sirvió de ello admirablemente para cumplir sus designios y me daba la salvaguarda, la defensa, la ayuda. A pesar de mi sorpresa, rápidamente dije Fiat, sabiendo que la Divina Voluntad no me habría hecho mal, ni perjudicado mi santidad y no hice movimiento alguno, esperando que Dios mismo moviera las circunstancias externas, para hacerme cumplir su adorable Voluntad, como de hecho sucedió.
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme vendrás sobre mis rodillas y recitarás 15 Gloria Patri para agradecer al Señor por todas las gracias que me concedió hasta el quinceavo año de mi vida, especialmente porque me dio por compañía un hombre tan santo, como era san José.
Día 14: Su vida en el templo forma el nuevo día para hacer despuntar el refulgente Sol del Verbo Divino sobre la tierra.
Mi regla era la Divina Voluntad, a mis superiores los veía como comandantes de un Querer tan santo, por eso para Mí la campanita, la regla, los superiores, mis acciones, incluso las más humildes, eran alegrías y fiestas que me preparaba el Fiat Divino, que extendiéndose también fuera de Mí me llamaba a extender su Voluntad para formar su reino en los más pequeños de mis actos, y Yo hacía como el mar, que esconde todo lo que posee y no deja ver otra cosa que agua, así hacía Yo, escondía todo en el mar inmenso del Fiat Divino, y no veía otra cosa que mar de Voluntad Divina, y por eso todas las cosas me llevaban alegrías y fiestas.
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme me harás doce actos de amor, para honrar los doce años que viví en el templo, rogándome que te admita en la unión de mis actos, y pondrás en mis manos todo lo que sientas de molestia, de temor, de desconfianza, a fin de que te los convierta en Voluntad de Dios.
Dia 13: Parte al templo y da ejemplo de total triunfo en el sacrificio.
«Mis padres me amaban en orden a Dios y me tenían como un gran don dado a ellos por el Señor, y esto les dio la fuerza de cumplir el doloroso sacrificio. Por eso hija mía, si quieres tener fuerza invencible para sufrir las penas más duras, haz que todas las cosas tuyas sean en orden a Dios y tenlas como dones preciosos que te ha dado el Señor.»
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme me llamarás tres veces a visitar tu alma y me darás toda la libertad de hacer lo que quiero de ti, y tú me darás todos tus actos como prenda de amor por Mí, y Yo los depositaré en la Divina Voluntad, diciéndome cada vez: “Te amo Mamá mía.”
Día 12º:La Reina del Cielo en el reino de la Divina Voluntad. Sale de la cuna, da sus primeros pasos, y con sus actos infantiles llama a Dios a descender sobre la tierra, y llama a las criaturas a vivir en la Divina Voluntad.
«Mamá santa, ¿quién puede resistir el verte llorar, y no escuchar tus santas lecciones? Yo con todo el corazón lo prometo, lo juro, el no hacer jamás, nunca más mi voluntad, y Tú Mamá Divina no me dejes jamás sola, para que el imperio de tu presencia aplaste mi voluntad, para hacerme reinar siempre, siempre en la Voluntad de Dios».
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme, me darás todos tus actos para hacerme compañía en mi infancia, diciéndome tres actos de amor en memoria de los tres años que Yo viví con mi madre santa Ana.
Día 11: En sus primeros años de su vida acá abajo, forma un áncora para hacer surgir en los corazones el día suspirado de luz y de gracia.
«Ahora hija mía continúa escuchándome, el primer deber en todos tus actos sea adorar a tu Creador, conocerlo y amarlo, esto te pone en el orden de la Creación, y ven a reconocer a Aquél que te ha creado; éste es el deber más santo de cada criatura, reconocer su origen. Ahora tú debes saber que éste mi subir y descender al Cielo, este rogar, formaba la aurora en torno a Mí, que expandiéndose en todo el mundo circundaba los corazones de mis hijos, para hacer que al alba surgiera la aurora, para hacer despuntar el esperado día sereno de la venida del Verbo Divino a la tierra.»
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme harás tres actos de adoración a tu Creador recitando tres Gloria Patri para agradecerle por cuantas veces tuve la gracia de ser admitida a su presencia.
Alba que surge para poner en fuga la noche del querer humano. Su nacimiento glorioso
Acércate a Mí y escúchame: mi nacimiento en la tierra fue también prodigioso y constituyó el alba que puso en fuga la noche del querer humano. En ese día los Cielos quedaron estupefactos, el sol me dio su luz, el Universo exultó de alegría, los ángeles, en competencia rodearon mi cuna para glorificarme y para estar prontos a mis deseos. Sí, todas las cosas me ofrecieron su propia alabanza, todas quisieron festejar mi nacimiento; nacimiento portentoso como nunca había habido ni nunca habrá.
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme vendrás tres veces a visitarme en mi cuna, diciéndome cada vez: “Celestial niñita, hazme renacer junto contigo en la Vida de la Divina Voluntad.”
9º Día: Es constituida por Dios celestial Pacificadora, vínculo de paz entre el Creador y la criatura.
“Hija, no llores, ánimo , en tus manos hemos puesto la suerte del género humano, te hemos dado el mandato, y ahora para consolarte más, te hacemos PACIFICADORA entre Nosotros y la familia humana, por eso a ti es dado el repacificarnos; la potencia de nuestro Querer que reina en Ti se impone sobre Nosotros para dar el beso de paz a la pobre humanidad caída y en peligro”.
“Hija mía, si tú me escuchas y pones a un lado tu querer, dando el puesto real al FIAT Divino, también tú serás amada con amor singular de tu Creador, serás su sonrisa, lo pondrás en fiesta y serás vínculo de paz entre el mundo y Dios”.
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme me pedirás todos mis actos y los guardarás en tu corazón, para que sientas la fuerza de la Divina Voluntad que reinaba en Mí, y después los ofrecerás al Altísimo para agradecerle por todos los oficios que me confió para salvar a las criaturas.
Día 8: Recibe el mandato de su Creador de poner a salvo la suerte del género humano.
La Divinidad enternecida con mi llanto continuó a decirme: “Hija nuestra querida, tu amor nos ata, tus lágrimas extinguen el fuego de la divina justicia, tus oraciones nos atraen tanto hacia las criaturas que no te sabemos resistir, por eso te damos a ti el mandato de poner a salvo la suerte del género humano. Tú serás nuestra Mandataria en medio a ellos, a ti confiamos sus almas, Tú defenderás nuestros derechos lesionados por sus culpas, estarás en medio, entre ellos y Nosotros, para ajustar las partidas entre ambas partes. Sentimos en ti la fuerza invencible de nuestra Voluntad Divina que por medio tuyo ruega, llora, ¿quién te puede resistir? Tus plegarias son órdenes, tus lágrimas imperan sobre nuestro Ser Divino, por eso, adelante en tu empresa”.
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme me darás tu voluntad, tus penas, tus lágrimas, tus ansias, tus dudas y temores en mis manos maternas, a fin de que como Mamá tuya las tenga en depósito en mi corazón materno, como prendas de mi hija, y Yo te daré la preciosa prenda de la Divina Voluntad.
Día 7: Toma el cetro de mando y la Trinidad Sacrosanta la constituye como su secretaria.
“Hija nuestra amada, nuestro amor no rige, se siente sofocado si no te confiamos nuestros secretos, por eso te elegimos como nuestra fiel secretaria. A ti queremos confiar nuestros dolores y nuestros decretos, a cualquier costo queremos salvar al hombre, mira como va al precipicio, su voluntad rebelde lo arrastra continuamente al mal; sin la vida, la fuerza, el sostén de nuestro Querer Divino se ha desviado del camino de su Creador y camina arrastrándose en la tierra, débil, enfermo y lleno de todos los vicios, pero no hay posibilidades de salvarlo, ni otras maneras para que salga, sino que descienda el Verbo Eterno, tomar sus despojos, sus miserias, sus pecados sobre Sí, hermanarse con él, vencerlo por camino del amor y de penas inauditas, darle tanta confianza para poder ponerlo nuevamente en nuestros brazos paternos.”
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme te estarás bajo mi manto para enseñarte a vivir bajo mis miradas, y recitándome tres Aves Marías, me rogarás que Yo haga conocer a todos la Divina Voluntad.
Día 6: El sexto paso de la Divina Voluntad en la Reina del Cielo. Después del triunfo en la prueba, la posesión.
«Ahora escucha hija mía, después del triunfo en la prueba el Fiat Divino hizo el sexto paso en mi alma, haciéndome tomar posesión de todas las propiedades divinas, por cuanto a criatura es posible e imaginable. Todo era mío, Cielo, tierra, y el mismo Dios, del Cual poseía la misma Voluntad de Ellos, Yo me sentía poseedora de la santidad divina, del amor, de la belleza, potencia, sabiduría y bondad divinas, me sentía Reina de todo, no me sentía extraña en la casa de mi Padre celestial, sentía a lo vivo su paternidad y la suprema felicidad de ser su hija fiel, puedo decir que crecí sobre las rodillas paternas de Dios, no conocí otro amor, ni otra ciencia, sino aquella que me suministraba mi Creador.»
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme recitarás por tres veces tres Gloria Patri, en agradecimiento a la Santísima Trinidad por el reino que estableció en Mí de la Divina Voluntad, dándome la posesión de todo, y haciendo tuyas las palabras del Ser Supremo en cada Gloria me dirás: “Toda bella, pura y santa es mi Mamá.”
5º Día: El quinto paso de la Divina Voluntad en la Reina del Cielo. El triunfo sobre la prueba.
Soberana triunfadora, en tus manos de Madre pongo mi voluntad, a fin de que Tú misma como Mamá me la purifiques y embellezcas, y junto con la tuya la ates a los pies del trono divino para que pueda vivir no con mi voluntad, sino siempre, siempre con la de Dios.
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme, en cada acto que hagas, me entregarás en mis manos maternas tu voluntad, y me rogarás que en lugar de la tuya, Yo haga correr la Divina Voluntad.
Día 4: El cuarto paso de la Divina Voluntad en la Reina del Cielo. La prueba.
«El Fiat Divino me dijo: “No te pido un fruto como a Adán, ¡no, no! Sino que te pido tu voluntad, tú la tendrás como si no la tuvieras, bajo el imperio de mi Querer Divino que te será vida, y así se sentirá seguro de hacer lo que quiera de ti.” Así, el Fiat Supremo hizo el cuarto paso en mi alma, pidiéndome por prueba mi voluntad, esperando de Mí mi Fiat y la aceptación de tal prueba.»
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme vendrás tres veces sobre mis rodillas maternas y me llevarás todas tus penas, de alma y de cuerpo, llevarás todo a tu Mamá y Yo te las bendeciré para infundir en ellas la fuerza, la luz, la gracia que se requiere.
Día 3º:El tercer paso de la Divina Voluntad en la Reina del Cielo.La sonrisa de toda la Creación por la concepción de la celestial Niña.
Escucha, hija mía: En cuanto la Divinidad festejó mi Concepción, el FIAT Supremo realizó el tercer paso en mi pequeña humanidad. Pequeñita como era, me dotó de razón divina y movida toda la creación a fiesta me hizo reconocer por todas las cosas creadas como a su Reina. Todo el universo, alabándome, se postró a mis pies, y si bien no había Yo nacido aún en la tierra, el cielo ofreció formar con el manso y dulce centelleo de sus estrellas una refulgente corona sobre mi cabeza; el mar me exaltó con el elevarse y bajarse de sus olas impetuosas; en suma, no hubo ninguna cosa creada que no uniera su propio regocijo a la sonrisa y a la fiesta de la Sacrosanta Trinidad. Toda la naturaleza aceptó mi dominio, mi imperio, mi mando y se sintió honrada de proclamarme Reina del Cielo y de la tierra, sujetándose a Mí, como siglos atrás se había sujetado a Adán antes de su caída.
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme mirarás el cielo, el sol, la tierra, y uniéndote con todos, por tres veces recitarás tres glorias para agradecer a Dios el haberme constituido Reina de todos.
2º Día: La primera sonrisa de la Trinidad Sacrosanta ante su Inmaculada Concepción.
Cuando el FIAT Divino hizo su segundo paso en Mí, llevó mi germen humano, por Él purificado y santificado ante la Divinidad, a fin de volcarse a torrentes sobre mi pequeñez en el acto de ser concebida, y la Divinidad descubriendo en Mí, bella y pura su obra creadora, sonrió de complacencia y queriéndome festejar, el Padre Celestial vertió en Mí mares de Potencia, el Hijo mares de Sabiduría, el Espíritu Santo mares de Amor. Así que Yo quedé concebida en la luz interminable de la Divina Voluntad y en medio de estos mares divinos…Debes saber que Yo te amo mucho y quisiera ver tu alma llena de mis mismos mares, y así puedas captar la atención del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, pero para esto ellos quieren encontrar en ti su misma Voluntad, porque no quieren confiar a tu voluntad sus mares de Potencia, Sabiduría y Amor y bellezas indecibles.
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme vendrás tres veces sobre mis rodillas, entregándome tu querer diciéndome: “Mamá mía, quiero que mi voluntad sea tuya, a fin de que me la cambies por la Voluntad Divina.”
Día 1º: La Reina del Cielo en el reino de la Divina Voluntad. El primer paso de la Divina Voluntad en la Inmaculada Concepción de la Mamá celestial.
«Hija mía, escúchame, es mi corazón materno que te ama tanto y que quiere volcarse sobre ti; debes saber que te tengo aquí escrita en mi corazón, el cual te ama como verdadera hija, pero siento un dolor porque no te veo igual a tu Mamá, ¿pero sabes quién nos vuelve diferentes? ¡Ah! es tu voluntad la que te quita la frescura de la gracia, la belleza que enamora a tu Creador, la fuerza que todo vence y soporta, el amor que todo consume, en suma, no es la Voluntad que anima a tu Mamá celestial».
FIAT
Florecita: Hoy para honrarme, desde la mañana y en todas tus acciones pondrás tu voluntad en mis manos diciéndome: “Mamá mía, ofrece Tú misma el sacrificio de mi voluntad a mi Creador.”
“Hija mía, ánimo en el camino del dolor, ve estos siete soles que me salen del corazón, son mis siete dolores que me fructificaron tanta gloria y esplendor, estos soles, fruto de mis dolores, saetean continuamente el trono de la Santísima Trinidad, la cual, sintiéndose herida me mandan siete canales de gracia continuamente, convirtiéndome en dueña y Yo los dispongo para gloria de todo el Cielo, para alivio de las almas purgantes, y para beneficio de todos los viadores”.
“Hija mía, ven junto a Mí y encontrarás el camino a Jesús, es más, quiero enseñarte el secreto para poder estar siempre con Jesús y para vivir siempre contenta y feliz aun sobre esta tierra, y éste es, tener fijo en tu interior que sólo Jesús y tú están en el mundo, y nadie más, y sólo a Él debes agradar, complacer y amar, y sólo de Él debes esperar ser amada y contentada en todo. Estando en este modo tú y Jesús, no te hará más impresión si estarás circundada de desprecios o alabanzas, de parientes o extraños, de amigos o enemigos, sólo Jesús será todo tu contento y sólo Jesús te bastará por todos. Hija mía, hasta en tanto que todo lo que existe acá abajo no desaparezca del todo del alma, no se puede encontrar verdadero y perpetuo contento”.
“Hija mía, no hizo otra cosa que un acto de adoración profundísimo y simplísimo, y como el acto por cuanto más simple, tanto más fácil para unirse con Dios, Espíritu simplísimo, por eso en este acto se fundió en Mí y continuó lo que obraba Yo mismo en mi interior; y esto me fue sumamente más grato que si me hubiese hecho cualquier otra cosa más grande, porque el verdadero espíritu de adoración consiste en esto, que la criatura se pierda a sí misma y se encuentre en el ambiente divino, y adore todo lo que obra Dios, y con Él se una”.
“Hija mía, el Fiat está todo lleno de vida, más bien es la misma vida, y por eso de dentro del Fiat salen todas las vidas y todas las cosas. De mi Fiat salió la Creación, por eso en cada cosa creada se ve la marca del Fiat. Del Fiat Mihi de mi amada Mamá, dicho en mi Querer, el cual tuvo la misma potencia de mi Fiat Creador, salió la Redención, así que no hay cosa de la Redención que no contenga la marca del Fiat Mihi de mi Mamá; aun mi misma Humanidad, mis pasos, mis obras, mis palabras, estaban sellados por el Fiat Mihi de Ella; mis penas, mis llagas, las espinas, la cruz, mi sangre, todo tenía el sello de su Fiat Mihi, porque todas las cosas llevan el sello y la marca del origen de donde han salido. Mi origen en el tiempo fue el Fiat Mihi de mi Inmaculada Mamá, por eso todo mi obrar lleva el sello de su Fiat Mihi. Así que en cada hostia sacramental está su Fiat Mihi; si el hombre surge de la culpa, si el recién nacido es bautizado, si el Cielo se abre para recibir las almas, es el Fiat Mihi de mi Mamá que sella, que sigue y procede a todo. ¡Oh potencia del Fiat, Él surge a cada instante, se multiplica, se hace vida de todos los bienes!
“Mi propio reino estuvo en el corazón de mi Madre, y esto porque su corazón no fue jamás ni mínimamente turbado, tanto, que en el mar inmenso de la Pasión sufrió penas inmensas, su corazón fue traspasado de lado a lado por la espada del dolor, pero no recibió ni un mínimo aliento de turbación. Por eso, siendo mi reino un reino de paz, pude extender en Ella mi reino, y sin encontrar ningún obstáculo pude libremente reinar”.